21.9.09

¡Santos Encharcamientos Batman!

El flamante bólido rojo se ha convertido en una lenta lanchita que hace las veces de transporte anfibio. La lluvia no para, los encharcamientos aumentan, y la liquidez de las calles comprueba mi ya vieja y tan mencionada teoría de que la inteligencia tiene cierta materialidad (o al menos la falta de). La estupidez es soluble, sólo basta con que llueva y la gente en un extraordinario aletargamiento comienza a esforzarse por alcanzar los niveles de estupidez jamás vistos por la humanidad. Esfuerzo notable que defiende el conocimiento empírico de que la estupidez no tiene límites.

Pero bueno, ya no me quejaré de la gente, al menos por los siguientes 10 minutos.

Tal vez sea tiempo que cambie el bólido rojo por un arca de Noé, una elegante góndola o una modesta trajinera.

Como sea, ya me hartó la lluvia eterna al estilo Macondo (Cien Años de Soledad, por aquello de los iletrados). Sobretodo, porque la lluvia convierte al orco urbano en gremlin posmoderno. Sólo basta con pasar por una estación del metro o de camión para observar al sorprendente ser oliendo a perro mojado, con su playera del América, Cruz Azul, Chivas o equipo de su predilección, sus yins (jeans para los fresas) más mojados que una concha chopeada…. Pero eso sí, con bolsas en los tenis (plural de teni), para que no se le vayan a mojar sus chapatitos…. Hijooo de su orca madre..!!!

***Ahí viene mi cumpleaños; Tengan Miedo. He dicho.

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