22.9.09

Premio Nobel… Ay tus, tus….


Mientras uno especulaba sobre la hermosa olla express que se está cocinando en Honduras, me invitaron por la tarde a una conferencia de un Premio Nobel en economía; Robert Engle.

Y aunque obviamente yo entiendo poco de economía, y todo ese asunto de la crisis económica ya me tiene hasta el cocol, pues no desperdicié oportunidad de ver un Nobel. Nunca me había quejado de un Nobel, y ahora, gracias a Dios, a Quetzalcóatl, a Hermes, a Thor y a el Beato Aristóteles, tenía la oportunidad.

Este tipo… perdón, Doctor y premio Nobel, nada más vino a enseñarnos en una presentación de power point por qué era tan fregón. Y también nos mostró algunas fotos del momento en el que recibía su Nobel. Lo mejor de la presentación creo fue la foto de su bastante atractiva esposa, lo que refleja que hasta los ‘intelectuales’ pueden llegar a cierto nivel de rockstar (séeee aha...…). Y la verdad, no estaba tan guapa.

Pero bueno, el caso es que este señor, con su lecture en Global Financial Stability and Long Risks vino a explicar porqué la crisis económica se había dado. ¡Uuuuta maaaaadre…! como si no supiéramos. Después, tratando de mostrar su genialidad nobelesca nos mostró el hilo negro del progreso:

1. La variabilidad en el mercado es impredecible. Pppfff!!! Descubrimiento tipo Cristóbal Colón.

2. Ya que la variabilidad siempre existirá, se deben de correr los menores riesgos posibles. Íiiiraaalooo…. Si sí sabeee…..

3. Para tener mayor productividad es necesario que se den elementos de estabilidad como: frenar cambio climático, paz, diplomacia, democracia, etc. Pues sí!!! Sí el mundo fuera estable la economía nos serviría para 2 cosas: para nada y para una ch…

4. Dijo más cosas, pero nada nuevo; como la necesidad de que el Mercado estuviera regulado por Instituciones, que el Capitalismo no había muerto sólo necesita renovarse…. Bueno…. Cualquier cosa que hasta mi bolero personal se las sabe de memoria (de atrás pa’delante, y de adelante pa’tras)

Posteriormente, en la ronda de preguntas, tampoco hubo innovación y/o asombro. Solamente sobresalió el compatriota totonaca que en su más elaborado inglés de Interlingua o Inglés sin Barreras, y con el típico acento de My Nezota (osease Minnesota para los no-angloparlantes), hizo una pregunta magistral. El público atento no sabía si llorar, aplaudir, echar porras o bailar la macarena ante tanta elocuencia. El susodicho preguntó: (hago la traducción al castellano) Dr. Engle ¿Considera usted que el Gobierno Mexicano escogió un buen momento para aumentar los impuestos?

Ahí sí…. Ahí sí me encabroné. Pues que quería que dijera el chango este, que sí, que había sido la mejor época del año para subir impuestos. Claaarooo…. Apúnteeeleee bieeen!!! Pero bueno, entiendo el complejo mexicano por querer siempre encontrar una figura de autoridad que respalde sus razonamientos.

Y ya…. Me puso medio de malas este señor. La verdad no fue tan mala la conferencia del Sujeto, pero la verdad esperaba acabar como conejo lampareado ante un Nobel, y la verdad es que hasta un coyotito me eché en la incómoda butaca del auditorio.

Lo único que conseguí fue reafirmar mi prejuicio anclado en el lugar común de los economistas: Sólo sirven para predecir el pasado.

*** Falta menos para mi cumpleaños. Tengan cada vez más miedo. He Vuelto a decir.

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