28.9.09
22.9.09
Premio Nobel… Ay tus, tus….
Mientras uno especulaba sobre la hermosa olla express que se está cocinando en Honduras, me invitaron por la tarde a una conferencia de un Premio Nobel en economía; Robert Engle.
1. La variabilidad en el mercado es impredecible. Pppfff!!! Descubrimiento tipo Cristóbal Colón.
2. Ya que la variabilidad siempre existirá, se deben de correr los menores riesgos posibles. Íiiiraaalooo…. Si sí sabeee…..
3. Para tener mayor productividad es necesario que se den elementos de estabilidad como: frenar cambio climático, paz, diplomacia, democracia, etc. Pues sí!!! Sí el mundo fuera estable la economía nos serviría para 2 cosas: para nada y para una ch…
4. Dijo más cosas, pero nada nuevo; como la necesidad de que el Mercado estuviera regulado por Instituciones, que el Capitalismo no había muerto sólo necesita renovarse…. Bueno…. Cualquier cosa que hasta mi bolero personal se las sabe de memoria (de atrás pa’delante, y de adelante pa’tras)
Ahí sí…. Ahí sí me encabroné. Pues que quería que dijera el chango este, que sí, que había sido la mejor época del año para subir impuestos. Claaarooo…. Apúnteeeleee bieeen!!! Pero bueno, entiendo el complejo mexicano por querer siempre encontrar una figura de autoridad que respalde sus razonamientos.
Y ya…. Me puso medio de malas este señor. La verdad no fue tan mala la conferencia del Sujeto, pero la verdad esperaba acabar como conejo lampareado ante un Nobel, y la verdad es que hasta un coyotito me eché en la incómoda butaca del auditorio.
Lo único que conseguí fue reafirmar mi prejuicio anclado en el lugar común de los economistas: Sólo sirven para predecir el pasado.
*** Falta menos para mi cumpleaños. Tengan cada vez más miedo. He Vuelto a decir.
21.9.09
¡Santos Encharcamientos Batman!
El flamante bólido rojo se ha convertido en una lenta lanchita que hace las veces de transporte anfibio. La lluvia no para, los encharcamientos aumentan, y la liquidez de las calles comprueba mi ya vieja y tan mencionada teoría de que la inteligencia tiene cierta materialidad (o al menos la falta de). La estupidez es soluble, sólo basta con que llueva y la gente en un extraordinario aletargamiento comienza a esforzarse por alcanzar los niveles de estupidez jamás vistos por la humanidad. Esfuerzo notable que defiende el conocimiento empírico de que la estupidez no tiene límites.
***Ahí viene mi cumpleaños; Tengan Miedo. He dicho.